CÁMARA DEL ALMA
Con demasiada frecuencia nos fotografiamos.
Y aparentamos estar eternamente felices,
Sonriendo sin cesar,
Cogiéndonos por los hombros,
Solemnemente colocados.
Como si en esa imagen
Pudiésemos deslizarnos
Hacía la eternidad.
¿Y si fuese posible
Retener también el alma
En esa foto?
ION DEACONESCU, Rumanía (1947)
Traducción: Germain Droogenbroodt – Rafael Carcelén
De la coleción de poemas: „Ferestre Zidite”, Editura
Cluj-Napoca, 2015
***
Comentários